Els pastorets

Entre los regalos de reyes de este año teníamos pendiente una representación de “Els Pastorets”, la obra por excelencia de la navidad catalana, casi siempre con actores y actrices aficionados.

Ya pasado el día de reyes, un domingo por la tarde, escogimos una representación basada en el texto de 1918 de Josep Maria Folch i Torres. El teatro estaba lleno de familias con niños y niñas muy pequeños, aprovisionados de chucherías y objetos promocionales de diablos y pastorcillos, dispuestos a presenciar una obra que poco tiene de infantil. El texto no es muy original y no se ve favorecido por actuaciones en algunos casos pobres y en otros exageradas. Eso sí, en la obra que nosotros vimos la escenografía, la pirotecnia y los efectos especiales no dejaron de sorprendernos.

Dos pastores catalanes, ataviados con barretina, fajín y espardeñas, para que no quepa duda, duermen la noche de navidad y sueñan que viajan hasta Belén, donde se enfrentan a Satanás y sus hordas infernales que intentan evitar el nacimiento de Jesús. A partir de este simple argumento la obra intercala gags entre el pastor garrulo y el pastor listo, escenas de exaltación cultural, como enseñar a bailar a los israelitas sardanas, y momentos de delirio religioso de María y José. Todo ello con Satanás, Lucifér, los pecados capitales y otros diablos frustrados en sus fechoría por el ángel Miguel, lo cual acaba siendo tan predecible y simplón que hasta el niño de al lado acabó diciendo “ahora volverá a aparecer el ángel y no pasará nada”.

Después de dos horas de representación, dos entreactos y un ataque de risa con la última aparición del ángel Miguel llegamos al momento álgido. La obra se para y los pastores se ponen a cantar cuplés con letras actuales a favor de la soberanía económica de Cataluña y la escuela en catalán. Y padres, madres, abuelos y abuelas aplauden a rabiar y el teatro bulle de la emoción. En este punto nosotros ya estamos rendidos a la obra y a todo lo que la rodea y nos unimos al grito de “Visca Catalunya, lliure!”