jueves, 8 de marzo de 2007

Primeras impresiones

Kogo 02/07/05

Nunca puedes fiarte de la primera impresión que te causa un lugar. Sin embargo esta vez ha sido positiva.
La selva es sobrecogedora y la llegada a Kogo, con la vista del Río Muni, es preciosa.

Las casas de los cooperantes están en un alto, en el complejo hospitalario colonial, junto al hospital. Son de una sola planta, muy bonitas por fuera y muy amplias por dentro. En la parte trasera comparten cocina junto a una joven papaya y un inmenso cocotero, uno de los pocos que quedan en la ciudad.

Por la noche los ruidos de la naturaleza te envuelven en una sinfonía casi olvidad cuando llegas de las grandes urbes. A las 11 de la noche, al apagarse la luz eléctrica, (y ahora que tenemos estropeada las baterías de la energía solar) la luz de las velas acrecienta la sensación de paz y tranquilidad, de que toda la ciudad duerme mecida por el mar, mientras la selva despierta al mundo de las sombras.

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